Hola gourmet

Has decidido comprar una trufa y es la primera vez que lo haces. Te gustaría saber en qué fijarte para estar seguro de tu compra y disfrutar de una buena Tuber Melanosporum ibérica. Pues este es un post para ti.

Relación del peso respecto a su tamaño: cuando recojas una trufa, debe ser pesada. Una buena relación peso / tamaño es un indicador de frescura, ya que la humedad natural de la trufa comienza a evaporarse poco después de la recolección. Una trufa cuya densidad es baja, viene a decirte que hace ya unos días que se recolectó y, por lo tanto, ha perdido agua y frescura.

Aroma: Una trufa negra puede exudar muchos aromas diferentes y embriagadores, desde una combinación de vino tinto, chocolate y queso hasta hongos terrosos. Si la trufa negra no tiene ningún aroma, evítala. Las trufas son muy perecederas y la fragancia se deteriora con el tiempo, así que elige trufas aromáticas. Se sabe que algunos comerciantes sin escrúpulos frotan aceite de trufa en trufas viejas para realzar o amplificar los aromas, o peor aún, disfrazar especímenes de trufa más baratos con potentes aromas de aceite de trufa para obtener precios más altos. Encuentra un truficultor de confianza para obtener las mejores trufas.  

Firmeza: Una vez que hayas sopesado las trufas en tu mano y hayas captado los aromas embriagadores, palpe la superficie de la trufa para asegurarte de que no quedan puntos blandos. Un punto blando puede indicar descomposición, que también puede detectarse por un olor a putrefacción. Algunas trufas tienen hendiduras o agujeros naturales, que no afectan la calidad. Sin embargo, se sabe que vendedores sin escrúpulos llenan los agujeros con tierra. Una vez más, Encuentra un truficultor de confianza para obtener las mejores trufas. 

Una hendidura natural en la trufa no comprometerá su calidad, pero asegurarte de que los agujeros no estén llenos de tierra, en otro caso pagarás tierra a precio de trufa. 

La mayoría de las trufas se venden sin lavar para mantener su calidad y frescura. Para comprobar su calidad el truficultor o el vendedor pueden hacer un pequeño corte en la superficie para dejar a la vista las preciosas vetas que recubren el interior de una buena Tuber melanosporum.

Una vez que hayas lavado y cepillado suavemente la trufa, envuélvela en papel de cocina seco y guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador.

Esperamos que disfrutes de tu trufa ibérica con algunas de las recetas que te proponemos.